Resultado: 0-5
Impotencia, la sensación que te queda después del partido es impotencia. Impotencia para marcar a pesar de crear ocasiones, e impotencia para amarrar un resultado abultado de manera injusta. Se te queda cara de tonto contra un adversario que no hizo nada para un resultado tan abultado. Pagamos caro ir a por el partido los 50 minutos y de nuevo fuimos víctimas de nuestros propios errores y la falta de pólvora de cara a puerta.
Volvemos a jugamos contra el líder, empieza la segunda vuelta, y nuestra intención, con la boca pequeña, es recuperar el
gol average del partido de ida, por que nunca se sabe. Estamos todos pero Abel no se viste de corto por que sigue recuperándose de su tendinitis. Por tanto, volvemos a salir como es habitual en los últimos partidos, Jaume en la portería, Pierre, Alex y Xavi atrás, una delantera con Carles, David y Javi, y Bernat de suplente en el banquillo.
Adelanto a los lectores que está crónica tiene dos partes bien diferenciadas. Tenemos unos primeros 30 minutos de "buen juego", bueno, bien colocados, buena movilidad, controlando el balón, pero sin materializar. Entre el portero y nuestra falta de chispa en los metros finales no nos permiten adelantarnos en el marcados. Rider tiene muy pocas oportunidades, resueltas por nuestra línea defensiva, y el único chute entre palos, un chute lejano, un chute sin muchas pretensiones, pero le sale un disparo ajustado al palo, raso, no muy fuerte, al que Jaume no puede hacer nada por que le vota un palmo antes de desviarlo. Una buena estirada sin premio. Y nada más, la primera parte transcurre sin más, más de lo mismo, alguna llegada nuestra pero sin una sensación clara de que el gol llegará pronto. Riders se ha pasado todo el partido atrás, jugando claramente a la contra, y con nuestra calidad, si no tenemos espacios, nos cuesta mucho.
Al descaso con opciones.
Tenemos una desventaja mínima, y queremos seguir jugando igual, por que si mantenemos un marcador corto, una jugada puntual nos puede salir, pero las intenciones se acaban en el primer minuto. Una jugada desafortunada nos pilla en
bragas, parecíamos monigotes, todavía no nos habíamos movido casi de las posiciones iniciales, y ya tenemos un marcador complicado en contra. Ya no nos vale lo que teníamos previsto, y tenemos que movernos más y más rápido. Pero las fuerzas empiezan a fallar, nos sale lo contrario que nos pide la cabeza, menos movilidad, menos precisión en los pases, menos ocasiones y salidas claras del balón. Ya anuncié al principio que el "buen juego" dura más o menos 30 minutos, y es aquí cuando empieza el bache. El campo se estira por nuestro interés de no tirar le partido y seguir intentando marcar, la distancia entre líneas es demasiado grande o demasiado corta, perdemos el bloque. Nos vamos hacia arriba pero eso crea espacios atrás. Riders ya sabe que nuestro físico está al límite y no nos podemos replegar con velocidad, nos espera, y con su táctica de contraataque nos golpea varias veces, tres veces para ser más exacto. Y la verdad es que nosotros proponemos y proponemos, pero sin mucho éxito, y al final lo pagas. No hay que olvidar que Riders es el equipo con la media de edad más baja, y eso se nota y mucho.
Otro partido que ha vuelto a dejar en evidencia una de nuestras principales carencias, un
killer del área, que con media oportunidad la enchufe. No nos podemos permitir el lujo de marcar un gol por cada cinco oportunidades, por que no siempre las tendremos. Pero somos los que somos, jugamos para competir, pero sin perder de vista la realidad, un grupo que le gusta disfrutar del fútbol. Nuestra forma de jugar, la que podemos hacer, necesita, imperiosamente, movilidad y colocación, para crear espacios si quieres tener oportunidades claras. La movilidad exige mucho físicamente y ya se sabe que eso es una cualidad que vamos perdiendo con la edad. Nos queda la colocación, pero eso crea un juego lento, aburrido, pero seguro. A ver si recuperamos el equilibrio que conseguimos en la fase final del campeonato anterior.
Salut ;-)